miércoles, noviembre 25, 2009

Fútbol no es sólo fútbol

Permítanme que este culé irredento se explaye. Fútbol es fútbol, dijo Boskov,en un alarde de metafísica gallinácea, porque en realidad fútbol es más que fútbol. Por ejemplo, ayer, con el barcelonismo revisitando a sus fantasmas ante una hipotética eliminación europea y la semilla de la duda germinando. ¿Y si Pep se equivocó echando a Eto'o?, ¿y si el triplete no fue todo más que el sueño de una noche de verano y las cosas vuelven rápidamente a su sitio?
Pues no, el fútbol demostró ser más que un simple juego azaroso. Anoche triunfó el método, el trabajo...el estilo. Con las estrellas en el banquillo, Pep Guardiola dio una lección de la necesaria primacía del conjunto sobre las individualidades, la fidelidad a un estilo sobre falsarias razones prácticas, el llamado "resultadismo", la confianza en los chicos de la cantera sobre el talonario, y lo hizo pasando por encima del mito del "ganador nato" que creía ser ese apóstol de la racanería futbolístico José Mourinho.
Y el domingo viene "El Clásico", con un Real Madrid ahíto de las urgencias históricas que le ha traspasado el Barça, con urgente necesidad de borrar la afrenta de un triplete que, por pedigree le hubiera correspondido a él, pero al que ya no podrá aspirar esta temporada tras "el alcorconazo". Va a ser un domingo especial porque se enfrentan los galones de la aristocracia de toda la vida con la pujanza de la juventud y la fidelidad a una forma de entender el juego que ha dado la vuelta a la tradicional aureola mundial del club blanco. Hoy día, el club más admirado del planeta viste de azulgrana y lo es por por su inimitable estilo.
Bien, "El Partido" ya está aquí y, repito, es algo más que un mero juego, porque con el fútbol uno ve representados muchos aspectos de la vida, la suerte, la injusticia, la solidaridad, la venganza, el dinero, el coraje... Una narración enciclopédica en la que desfilan grandes categorías morales, como nos hizo ver Albert Camús, y enormes riadas sentimentales de alborozo o frustración, aunque haya mucha gente que aún no lo pueda entender.
El domingo, las zozobras de la vida, que no son pocas en estos tiempos turbulentos, se suspenderán durante hora y media, porque sólo existirá "La Zozobra" por el resultado. Y eso no es malo sino todo lo contrario, porque sus consecuencias", sean las que sean, serán insignificantes. Nada sustancial cambiará gane el que gane, ni en nuestras vidas ni en la propia competición. Así que salud y a disfrutar, que pocas oportunidades de soñar en cantares de gesta tenemos en este mundo caótico. Y por una vez en la vida, que gane el mejor.