Otra vez en el túnel del tiempo: "vil asesinato", "coletazos de un monstruo moribundo", "no doblegarán la democracia"... Llevo cuarenta años oyendo lo mismo, cada vez que ETA mata. Un "blogero" me pregunta qué hacemos ahora, si seguimos contemporizando. ¿Contemporizar? Evidentemente, no, lucha policial y jurídica sin cuartel. ¿Mano dura? Depende, sin tanques ni GAL... ni filibusterismo político como el que ha practicado la oposición en estos cuatro años por una pésima digestión de los resultados electorales.¿Con contactos con el mundo abertzale? No dudo que antes que el gallo cante tres veces, algún obispo vasco volverá a hablar con ellos (repito una y mil veces: "contactar" no es "legitimar", "hablar de política" no es "negociar" ni mucho menos "rendirse")....
Es evidente que el Gobierno pecó de ingenuo en el llamado "proceso de paz", abriendo expectativas que luego resultaron traumáticamente infundadas, y eso es criticable, pero probablemente el Gobierno no hubiera cometido tantas torpezas si hubiera contado con un apoyo razonablemente crítico del principal partido de la oposición, en lugar de esta barahúnda de atrocidades que se le han llegado a imputar, desde "connivencia con los terroristas" (amistad ha dicho el orate Alcaraz), hasta "hincarse de rodillas ante ETA", "traicionar a las víctimas", "vender Navarra" etcétera, etcétera, todas ellas no sólo notablemente desaforadas y maliciosas.
Sigo diciendo lo mismo: espero que de estas elecciones salga un gobierno de centro izquierda más prudente y sabio que el anterior( que dejó bastante que desear)y una oposición reciclada, que rompa sus ataduras con los sectores más reaccionarios de la sociedad española y que oponga su modelo liberal al socialdemócrata del PSOE, sin más alharacas que las estrictamente necesarias, y que saque al terrorismo de la agenda política.
A pesar de la indignación y el dolor por el asesinato de ayer, sigo con mis ilusiones políticas intactas.
