sábado, marzo 29, 2008

Vacaciones en casa

Publicado en "Diario Menorca" el sábado 29 de marzo

21-III-08
Noche de buen teatro en el Principal. “Un projecte trepidant i ple de força, i amb un misteri per resoldre, una deliciosa comèdia de terror”, rezaba la publicidad de “Com pot ser que t’estimi tant” y acierta en todos sus términos. Es una obra realmente vivaracha, y aunque a la trama le falte algo de consistencia, tiene intriga, humor, unas gotas de sobrecogimiento a lo Hitchkok, carece de pretensiones metafísicas, y ostenta un montaje espectacular. En pocas palabras, una velada de grato reencuentro con el arte de Talía en vísperas del Día Mundial del Teatro.
A la salida se produce otro ramalazo nostálgico al toparme con esa procesión del Santo Entierro en la que participé tantas veces en mi infancia, enrolado en la cofradía de la Sangre. Se me agolpan los recuerdos, el nervioso azacaneo previo en la iglesia de San José, los golpes secos, castrenses, de las varas de mando contra el suelo, el rítmico retumbar de los tambores, la omnipresencia del padre Petrus dirigiendo con mano de hierro a los niños cantores, la augusta prestancia de los centuriones, los bolsillos llenos de caramelos para las chicas, el sentido de culpa, la inquietante sensación de anonimato bajo la capucha…

22-III-08
Tras una paliza tenístico-odontológica (es decir, infligida por un despiadado colega), acudimos a Ciudadela para postrarnos ante el caballo de la rotonda en acción de reconocimiento a los ciutadallencs por haber votado mayoritariamente al batle maonés, un prodigio que marcará un antes y un después en las siempre controvertidas relaciones entre ponent y llevant. Una somera y discreta encuesta al respecto me resulta altamente esperanzadora en una Ciutadella que, en la aborrascada mañana sabatina, luce sus mejores galas de fiesta, bulliciosa y señorial, pero siempre acogedora.
Saludo a viejos y nunca olvidados amigos como el ex concejal Quique Jiménez y al odontólogo Pedro Florit (quien afortunadamente para mí no juega al tenis), visitamos la catedral restaurada, bella en su sencillez y luminosidad tamizada por los restaurados vitrales, y rematamos la visita comiendo opíparamente por un precio razonable (la cuadratura del círculo en Menorca) en ese Carrer de sa Carnisseria que frecuenté tantos años profesionalmente, un proyecto gastronómico, el de Ses Cuatre Bóvedas, digno de la mejor suerte, sobre todo si logra mantener su equilibrada relación calidad/ precio, rara avis en la isla.
Por la noche, error mayúsculo al acudir al reclamo del oscarizado Daniel Day Lewis y sus pretenciosos “Pozos de ambición” que bien pronto quedan convertidos en una riada de despropósitos. La película, con una banda sonora estridente y fuera de contexto y un guión aberrante, se desliza hacia un aburrimiento soberano sólo paliado por la capacidad histriónica de su protagonista que interpreta a un tipo que, al igual que el espectador, ignora por qué está tan atrozmente atormentado. En fin una calamidad de dos horas y media que me hace acabar el sábado con cierto malhumor por el sueño perdido (¿por qué una única sesión a las tantas en una película tan larga?)… Aunque mucho peor para los muchos turistas españoles que, cautivos y desarmados por el clima infernal, pasean su alma en pena por los pasillos de Ocimax.

23-III-08
Sigo ejerciendo de talismán para el Vive Menorca, adonde sólo acudo para inyectarme emoción patriótica con el senyor demunt un ruc, y certificar exhibiciones del Vive Menorca. Parece que este año el sufrimiento se acabará pronto aunque no hay que confiarse. Iré a comprobarlo el día el Real Madrid, a ver si veo morder el parquet a los blancos, lo que sería doblemente satisfactorio…
Entre soberbios partidos de fútbol inglés me queda tiempo para echar una ojeada a un ensayo sobre el incierto futuro de de los periódicos en la era del ciberespacio, la blogosfera y la Biblia codificada. Habla de los bloggers y me siento concernido por los peligros que describe, como la mala leche que destilan (algunos ciberfachas se las traen), y la sustitución de la argumentación por el hooliganismo, es decir, vociferar con los suyos jueguen bien o mal, ganen o pierdan. No se trata de rebatir las ideas del adversario sino al adversario mismo, y es que, al parecer, el desahogo verbal es más barato que la factura del psiquiatra. Ya dijo Vicente Verdú hace años, en un libro memorable, que los hinchas no son aficionados sino feligreses.
Acabo el domingo muy reconfortado por las noticias que me llegan del estadio Santiago Bernabéu. ¿Resucitaremos también los culés al tercer día?

25-III-08
Escucho algunos elogios, por parte de destacados políticos conservadores, hacia el nuevo portavoz socialista José Antonio Alonso; Rajoy, tan proclive a la enmienda previa a la totalidad en la anterior legislatura, dice melifluamente que estudiará su voto en la investidura de Zapatero; emisoras y medios habitualmente afines a la trifulca parecen amodorrados, inusualmente pacíficos… ¿seguimos en España o se habrá cumplido mi sueño de habernos convertido por fin en ingleses?

26-III-08
Gozo de una maravillosa mañana libre que aprovecho para escribir unas líneas sobre los engaños que perpetra el cerebro y, en general, lo poco que sabemos aún de su funcionamiento, para ambientar el interesantísimo curso que ha programado el Ateneo a tal efecto. También para ultimar unas charlas sobre la cirugía de las cataratas (y sus metáforas), lo que me sirve para desmenuzar una ya larga vida profesional, y confrontarla con los enormes cambios sociales producidos. Un placer intelectual que espero destile algo digno y útil para los osados alumnos.

27-III-08
Me informan de una “venganza” cibernética de un novio menorquín despechado. Caigo en el nefando vicio de la curiosidad y me arrepiento inmediatamente. O me estoy haciendo viejo o cada vez soy más incapaz de comprender determinadas actitudes: dignidad, intimidad, lealtad…pudor, ¿son términos desahuciados?