sábado, marzo 01, 2008

Esquitxos

Pues no, me me basta un día de reflexión, necesito una semana y me la tomo. Y no precisamente para reflexionar, que lo tengo muy clarito y votaré lo que me parece menos malo con la nariz tapada por la sarta de estupideces que se están repartiendo mientras se orillan los temas sustanciales o se tratan con insufrible levedad, más pendientes todos de satisfacer a sus hinchas respectivos que de plantear propuestas de futuro. Mi única ilusión es que de estas elecciones salga una derecha laica e ilustrada, asimilable a la europea, capaz de debatir en lugar de zaherir y echarse al monte, y una izquierda menos pedestre, socialdemócrata y con una clara idea del papel de España en la propia España ( en la que Cataluña y Euskadi lleguen a sentirse cómodas), en Europa y en el mundo.
Así que congelo el blog durante una semana, no tanto para reflexionar como para descomprimir. Veré el debate, por supuesto, pero el resto lo dejaré a lo que más me gusta, leer literatura y escribir lo que sea. Y espero emerger en plena resaca postelectoral con un ganador sin jactancia y sobre todo un perdedor sin melancolía, capaz de aceptar la derrota, insólito fenómeno que se ha producido en nuestro país y que nunca más debiera darse.